Me preparaba el te del insomnio como tantas noches... era lunes y eso era suficiente. No resultaban ni
mis ojos ni mis pestañas lograr el descanso necesario para subsistir. Me estaba muriendo poco a poco,
consciente de ello, con los ojos abiertos, pero no podia evitar dejar parar mi cabeza. A medida que me iba
relajando mil millares de pensamientos volvían a atacarme para lograr nuevamente la adrenalina y el
éxtasis que me permitían activar reiteradamente mi sueño al punto de olvidar dormir. Tajantes, mis
pensamientos, me acuchillaban. Rozaba la locura, la obsesión, el miedo, los celos. Siento que alguien
deambula en mi pasillo, alg incoherente ya que aquí no hay nadie mas que yo. Pero siento su presencia. Si
cierro los ojos, me envía por imágenes sus movimientos, sus pensamientos, sus deceos... pero
automaticamente al abrirlos se me escapan, de difuminan, desaparecen. Me levanto a buscarlo. Confirmado,
solo soy yo y mi té. Vuelvo a mi cama, a escabullirme entre las sábanas e intentar morirme un rato, pero
insantáneamente al cubrirme la cabeza sentí su presencia a mi lado... se que no lo veo, pero lo siento...
QUE ERES? QUE QUIERES? QUE DICES? grito deliradamente... pero no logro arriesgarme a descubirme. Siento
mi mandíbula morder, cada segundo mas tensa. Me pregunto si - lo de afuera - será mi insonmio encarnado,
mis pesadillas no soñadas, mis abundantes pensamientos, mis sentimientos mas oscuros. Se que poco a poco
se va acomodando al espacio que dispone, no quiero que se instale porque lentamente va tomando el poder
de mi. Estoy débil, mareada pero mis ojos clavados en la presencia no visible. Tomo coraje y quito la
colcha como una ráfaga. Me incorporo bruscamente, no hay nada. Mi saliva sabe extraño, mi almohada muestra el por qué. Mi labio sangra intensamente. Finalmente curé mi insomnio.
