viernes, 26 de marzo de 2010

El Cadáver de un amor

Una mañana junto al rocío,
amanceció un cuerpo frío.
Impregnado de olores,
el mas especial era de flores
La muerte lo había abandonado,
no muy lejos del alambrado.
Su mirada que ardía,
y los ojos que decían
que su muerte provenía
de un amor que adolecería.
La sedujo el olor,
del perfume del horror.
Ciega, enamorada,
se entregó a lo que menos se esperaba,
quedando asi, embarazada
de aquel que ya no la amaba.
Pues ella y su hijo, solos quedaban.
Pero las historias no terminan donde uno acaba.
Y no fue suficiente para el hombre, que ya la odiaba.

Aquella noche, en que el cielo parecia no terminar,
al verla caminar
la invito al solar.
Ella encantada aceptó la invitación
El aprovechó la situación
para llevársela a la habitación.
Y así poder terminar aquella pasión.
Sus manos arrancaron su ultimo respiro,
dejando solo el perfume de los lirios.

La abandonó en el zanjón
dejando muerta su pasión
sin ninguna compasión.

Esa mañana junto al rocío
amaneció el cuerpo frío

jueves, 11 de marzo de 2010

Los ladrillos llevan historias

Al sentir el mármol frío del pilar, la ola de recuerdos me sobrepasó. Las tardes corriendo por la galería, con mi vestido de broderí, el olor del jazmín que inundaba toda la casa y las siestas en la hamaca paraguaya. Todo se introducía en mi piel, sin pedir permiso y llegando a mis partes mas débiles. Ahí fue, cuando sentí la seguridad absoluta de que aquel lugar me pertenecía y que no iba a abandonarlo.

Entré y recorrí cada rincón, hasta llegar a la habitación de la Abuela. Ahí el tiempo se detuvo y retrocedió, mostrándome como en diapositivas, cada recuerdo relacionado a aquel lugar. Y se detuvo en donde sabía que su ausencia se iba a sentir profundamente. Recordar cuando me leía los poemas de Federico García Lorca para que me durmiera. Aquel librito de cuero azul jamás se irá de mi memoria.

Ya me encontraba soñando despierta, cuando Ana se apareció con un mate que me reconfortó emocionalmente.

Mientras comentaba de los últimos días de la Abuela, pareció haber recordado algo urgente, por lo cual, me tomó de la mano dirigiéndose directo hacia el zaguán. Se detuvo en el modular, revisando uno de los últimos cajones, hasta sacar una cajita de madera barnizada. Me la entregó y se fue hacia la cocina. Toda aquella situación, era demasiado intrigante, lo que provocó que abriera desesperadamente aquella caja encontrándome con… El librito azul de cuero, el cual tenia grabado en su tapa “Federico García Lorca”.

Al abrirlo, algunas cartas se desplegaron, para dejar de alimentar mi curiosidad. Aquellas cartas, eran poemas de Federico, escritos por mi Abuelo, el cual, con los poemas del libro, declaraba su “Amor de mis entrañas” hacia Lila, mi Abuela.

Al terminar el libro, en la contratapa, había una fotografía de ellos, la cual estaba manchada. No dudo que aquella mancha no haya sido alguna lágrima de la Abuela. Y así, inevitablemente, también yo dejé la huella mojada de un “Te extraño” en aquella fotografía.

Antes de irme a dormir, deje el libro arriba de mi mesa de luz. Yo intuía que en algún momento de mis profundos sueños, ella me leería algún verso…

martes, 9 de marzo de 2010

Amor de Dragón

Cuando los dragones se aman se desatan los maremotos, los volcanes lanzan fuegoendemoniado y los huracanes largan una furia que hace pensar que ha llego el fin del mundo. Por eso a veces, para amarse sin molestar a nadie, vuelan hasta el cielo mas álto, donde las estrellas casi están al alcance de la mano.
Y los dragones creen que el mundo queda en calma. Pero se equivocan. Entonces caen rayos y centellas, el cielo parece desplomarse con truenos aterradores, las estrellas fugaces y los cometas de largas colas luminosas corren de un lado para el otro sembrando el pavor, y los tornados enfurecidos se tragan medio mundo.
O la luna o el sol parecen borrarse lentamente del cielo y todos dicen que hay un eclipse, dándo minuciosas explicaciones de cómo la tierra se coloca entre el sol y la luna o la luna delante del sol y etcétera etcétera.
Vanas explicaciones. Las dicen los que nunca miran bien. Si mirasen bien verían claramente la figura de dos dragones que se aman y que van tapando la luz de los astros según se acerquen o se alejen.
Cada vez que alguien piense que está llegando el fin del mundo sólo tiene que abrir los ojos de mirar bien. Los ojos grandes de mirar lejos. Y no creer en tonterias. Pero eso no es nada fácil.




Gustavo Roldán

Perpleja

Perpleja
Hubo terremoto

Storm.

Storm.
Si te vas no tengo nada, Si te quedas puedo hasta el mundo cambiar, O quizás no habré crecido, dejando mariposas escapar.

Desde la ultima vez que me he enamorado...

Desde la ultima vez que me he enamorado...
[No recuerdo lo que es el amor]