jueves, 11 de marzo de 2010

Los ladrillos llevan historias

Al sentir el mármol frío del pilar, la ola de recuerdos me sobrepasó. Las tardes corriendo por la galería, con mi vestido de broderí, el olor del jazmín que inundaba toda la casa y las siestas en la hamaca paraguaya. Todo se introducía en mi piel, sin pedir permiso y llegando a mis partes mas débiles. Ahí fue, cuando sentí la seguridad absoluta de que aquel lugar me pertenecía y que no iba a abandonarlo.

Entré y recorrí cada rincón, hasta llegar a la habitación de la Abuela. Ahí el tiempo se detuvo y retrocedió, mostrándome como en diapositivas, cada recuerdo relacionado a aquel lugar. Y se detuvo en donde sabía que su ausencia se iba a sentir profundamente. Recordar cuando me leía los poemas de Federico García Lorca para que me durmiera. Aquel librito de cuero azul jamás se irá de mi memoria.

Ya me encontraba soñando despierta, cuando Ana se apareció con un mate que me reconfortó emocionalmente.

Mientras comentaba de los últimos días de la Abuela, pareció haber recordado algo urgente, por lo cual, me tomó de la mano dirigiéndose directo hacia el zaguán. Se detuvo en el modular, revisando uno de los últimos cajones, hasta sacar una cajita de madera barnizada. Me la entregó y se fue hacia la cocina. Toda aquella situación, era demasiado intrigante, lo que provocó que abriera desesperadamente aquella caja encontrándome con… El librito azul de cuero, el cual tenia grabado en su tapa “Federico García Lorca”.

Al abrirlo, algunas cartas se desplegaron, para dejar de alimentar mi curiosidad. Aquellas cartas, eran poemas de Federico, escritos por mi Abuelo, el cual, con los poemas del libro, declaraba su “Amor de mis entrañas” hacia Lila, mi Abuela.

Al terminar el libro, en la contratapa, había una fotografía de ellos, la cual estaba manchada. No dudo que aquella mancha no haya sido alguna lágrima de la Abuela. Y así, inevitablemente, también yo dejé la huella mojada de un “Te extraño” en aquella fotografía.

Antes de irme a dormir, deje el libro arriba de mi mesa de luz. Yo intuía que en algún momento de mis profundos sueños, ella me leería algún verso…

1 comentario:

Perpleja

Perpleja
Hubo terremoto

Storm.

Storm.
Si te vas no tengo nada, Si te quedas puedo hasta el mundo cambiar, O quizás no habré crecido, dejando mariposas escapar.

Desde la ultima vez que me he enamorado...

Desde la ultima vez que me he enamorado...
[No recuerdo lo que es el amor]